miércoles, 26 de septiembre de 2012

CAMPANAS DE CONCIENCIA





En la tradición budista se utilizan las campanas de los templos para recordar a los monjes que hay que volver al momento presente. Al escuchar el sonido de las campanas los habitantes del templo saben que deben dejar de hablar y de pensar para centrarse en sí mismos mediante la practica de dirigir la atención hacia la respiración y conectar con la sonrisa interior.
Dejan sus quehaceres por un momento para disfrutar de la respiración y recitan este bello poema: 

"Escucha, escucha. Este sonido maravilloso me hace volver a mi autentico yo"

En Europa hay un montón de campanarios y es un regalo aprovechar el sonido de las campanas para practicar la concentración y respirar conscientemente, tomarnos un momento para disfrutar de que estamos vivos. 

Pero aún se puede ir mas lejos si sabemos aprovechar cualquier sonido para detenernos y respirar de manera que nuestro pensamiento y nuestro cuerpo se centren en el momento presente abriendo la puerta a la calma interior.

El timbre del teléfono, el pitido que suena en el coche antes de ponernos el cinturón de seguridad, el grito de un niño, el ladrido de un perro... son campanas de conciencia. Hasta los rayos de sol que se filtran por la ventana, un semáforo en rojo mientras conducimos,  son campanas de conciencia que nos pueden servir para advertirnos que debemos volver hacia nosotros mismos, respirar, sonreír y vivir el momento presente con calma y con plenitud.

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