jueves, 11 de octubre de 2012

CUENCOS TIBETANOS



Los cuencos tibetanos o cuencos cantores son unos recipientes de metal, oriundos del Tibet, que emiten un sonido  muy característico cuando los golpeamos con una baqueta de madera y con ello conseguimos una vibración sonora que resulta sumamente relajante.

Hay muchas maneras de hacer sonar un cuenco, pero indudablemente la mejor manera  es hacerlo de forma suave y amorosa. El sonido conseguido es importante que sea dulce, armonioso y sin estridencias.

Hay diferentes baquetas de tamaño y grosor diferente que consiguen sacar sonidos muy distintos al mismo cuenco, llegando incluso a dar diferentes notas. Cada cuenco debido a su estructura y su tamaño tiene una nota musical diferente que lo caracteriza, pero si lo hacemos sonar con baquetas distintas esta nota puede cambiar.

Estos cuencos con su especial sonido inducen a la persona que los escucha y que recibe el baño de su vibración a un estado semiinconsciente muy placentero que reduce  la tensión y la ansiedad  actuando muy positiva-mente.

En los monasterios tibetanos la practica habitual de estos cuencos estaba dirigida especialmente a la consecución de estados meditativos, y el  mantenimiento del equilibrio físico y mental.

Hoy en día, son considerados instrumentos sagrados y se utilizan tanto para las practicas de meditación como para dar masajes sonoros dirigidos al restablecimiento de la armonía y de la salud a nivel físico  mental y espiritual.

Recibir un masaje con cuencos es muy agradable. Colocados alrededor del cuerpo o incluso apoyados sobre la espalda y el tórax, en los centros energéticos llamados chakras, el terapeuta los va haciendo sonar hábilmente,  con delicadeza y lentitud, dejando que el sonido nos envuelva y la vibración penetre  hasta el interior del cuerpo, aumentando el flujo energético y con ello disolviendo nudos o bloqueos internos que en muchos casos son la causa de dolores y trastornos físicos y/o emocionales.

El estado que se llega a alcanzar es parecido al de una meditación, solo que en menos tiempo real. Un masaje de cuencos de media hora equivale a mas de una hora de meditación.
Este estado es muy beneficioso para la salud mental y física. 

En la foto se puede observar como la vibración del cuenco activado con la baqueta consigue que el agua salte literalmente, este mismo efecto es el que produce en el interior del organismo. Hay una manera especial de hacer vibrar el cuenco, por supuesto, y existen diversas y variadas formas de utilizar estos cuencos cantores con fines terapéuticos.

También se usan para dar conciertos junto a otros cuencos que son de cristal de cuarzo.